Jaguar este sera un espacio para compartir las actividades, material de apoyo e información relevante de la materia. Mantente al día sobre tus tareas, trabajos y proyectos a desarrollar durante este nuevo e interactivo ciclo escolar. Facebook: Arttes Betty
domingo, 8 de diciembre de 2019
lunes, 2 de diciembre de 2019
LECTURA: LA DANZA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS
LA DANZA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS
La danza ha formado parte de la Historia de la Humanidad desde el principio de los tiempos. Las pinturas rupestres encontradas en España y Francia, con una antigüedad de más de 10.000 años, muestran dibujos de figuras danzantes asociadas con ilustraciones rituales y escenas de caza. Esto nos da una idea de la importancia de la danza en la primitiva sociedad humana. Muchos pueblos alrededor del mundo ven la vida como una danza, desde el movimiento de las nubes a los cambios de estación. La historia de la danza refleja los cambios en la forma en que el pueblo conoce el mundo, relaciona sus cuerpos y experiencias con los ciclos de la vida. En la India, entre los hindúes, el Creador es un bailarín, Siva Nataraj hace bailar el mundo a través de los ciclos del nacimiento, la muerte y la reencarnación. En los primeros tiempos de la Iglesia en Europa, el culto incluía la danza mientras que en otras épocas la danza fue proscrita en el mundo occidental. Esta breve historia de la danza se centra en el mundo occidental.
La Danza en la Antigüedad
Desde el Egipto de los Faraones hasta Dionisio, los legados escritos, los bajo relieves, mosaicos. Nos permiten conocer el mundo de la danza en las antiguas civilizaciones egipcia, griega y romana. En el antiguo Egipto, las danzas ceremoniales fueron instituidas por los faraones. Estas danzas, que culminaban en ceremonias representando la muerte y la reencarnación del dios Osiris se fueron haciendo cada vez más complejas hasta el punto de que solo podían ser ejecutadas por profesionales altamente cualificados. En la Grecia antigua, la influencia de la danza egipcia fue propiciada por los filósofos que habían viajado a Egipto para ampliar sus conocimientos. El filósofo Platón, catalizador de estas influencias, fue un importante teórico y valedor de la danza griega. Los rituales de la danza de los Dioses y Diosas del Panteón Griego han sido reconocidos como los orígenes del teatro contemporáneo occidental. Alrededor de Dionisio, el dios griego del vino y la embriaguez (conocido también como Baco), grupos de mujeres llamadas ménades iban de noche a las montañas donde, bajo los efectos del vino, celebraban sus orgías con danzas extásicas. Estas danzas incluían, eventualmente, música y mitos que eran representados por actores y bailarines entrenados. A finales de siglo V antes de Cristo estas danzas comenzaron a formar parte de la escena social y política de la antigua Grecia. Entre los romanos, la aceptación de la danza por parte de los poderes públicos fue decayendo. Hasta el 200 a.c. la danza formó parte de las procesiones romanas, festivales y celebraciones. Sin embargo, a partir del 150 a.c. todas las escuelas romanas de baile cerraron sus puertas porque la nobleza romana consideró que la danza era una actividad sospechosa e incluso peligrosa. De todos modos, la fuerza del movimiento no se detuvo y bajo el mandato del emperador Augusto ( 63 a.c. 14 d.c. ) surgió una forma de danza conocida actualmente como pantomima ó mímica en la que la comunicación se establece sin palabras, a través de estilizados gestos y movimientos y se convirtió en un lenguaje no verbal en la multicultural Roma. La cristianización del Imperio Romano introdujo una nueva era en la que el cuerpo, la sexualidad y la danza resultaron unidas y fueron objeto de controversia y conflictos.
La danza en la Edad Media
La actitud de la Iglesia Cristiana hacia la danza, a partir del siglo IV y durante toda la Edad Media fue ambivalente. Por un lado encontramos el rechazo de la danza como catalizadora de la permisividad sexual, lascivia y éxtasis por líderes de la Iglesia como San Agustín (354-430) cuya influencia continuó durante toda la Edad Media. Por otro lado, antiguos padres de la Iglesia intentaron incorporar las danzas propias de las tribus del norte, Celtas, Anglosajones, Galos en los cultos cristianos. Las danzas de celebración estacional fueron a menudo incorporadas a las fiestas cristianas que coincidían con antiguos ritos de fin del invierno y celebración de la fertilidad con la llegada de la primavera. A principios del siglo IX Carlomagno prohibió la danza, pero el bando no fue respetado. La danza continuó como parte de los ritos religiosos de los pueblos europeos aunque camuflados con nuevos nombres y nuevos propósitos. Durante esta época surgió una danza secreta llamada la danza de la muerte, propiciada por la prohibición de la iglesia y la aparición de la Peste Negra. Nacida como danza secreta y extásica durante los siglos XI y XII la danza de la muerte comenzó como respuesta a la Peste Negra que mató a más de 50 millones de personas en 200 años. Esta danza se extendió desde Alemania a Italia en los siglos XIV y XV y ha sido descrita como una danza a base de saltos en la que se grita y convulsiona con furia para arrojar la enfermedad del cuerpo.
El Renacimiento y el nacimiento del Ballet
El advenimiento del Renacimiento trajo una nueva actitud hacia el cuerpo, las artes y la danza. Las cortes de Italia y Francia se convirtieron en el centro de nuevos desarrollos en la danza gracias a los mecenazgos, a los maestros de la danza y a los músicos que crearon grandes danzas a escala social que permitieron la proliferación de las celebraciones y festividades. Al mismo tiempo la danza se convirtió en objeto de estudios serios y un grupo de intelectuales autodenominados la Pléyade, trabajaron para recuperar el teatro de los antiguos griegos, combinando la música, el sonido y la danza. En la corte de Catalina de Medici (1519-1589), la esposa italiana de Enrique II, nacieron las primeras formas de Ballet de la mano del genial maestro Baltasar de Beauyeulx. En 1581, Baltasar dirigió el primer ballet de corte, una danza idealizada que cuenta la historia de una leyenda mítica combinando textos hablados, montaje, vestuario elaborado y una estilizada danza de grupo. En 1661, Luis XIV de Francia autorizó el establecimiento de la primera Real Academia de Danza. En los siglos siguientes el ballet se convirtió en una disciplina artística reglada y fue adaptándose a los cambios políticos y estéticos de cada época. Las danzas sociales de pareja como el Minuet y el Vals comenzaron a emerger como espectáculos dinámicos de mayor libertad y expresión. En el siglo XIX, la era del ballet romántico refleja el culto de la bailarina y la lucha entre el mundo terrenal y el mundo espiritual que trasciende la tierra, ejemplarizado en obras tales como Giselle (1841), Swan Lake (1895), y Cascanueces (1892). Al mismo tiempo, los poderes políticos de Europa colonizaron África, Asia y Polinesia donde prohibieron y persiguieron las danzas y los tambores por considerarlos bastos y sexuales. Esta incomprensión de la danza en otras culturas parece cambiar al final de la Primera Guerra Mundial y las danzas de origen africano y caribeño crean nuevas formas de danza en Europa y en América.
La Danza en el siglo XX
Después de la I Guerra Mundial, las artes en general hacen un serio cuestionamiento de valores y buscan nuevas formas de reflejar la expresión individual y un camino de la vida más dinámico. En Rusia surge un renacimiento del ballet propiciado por los más brillantes coreógrafos, compositores, artistas visuales y diseñadores. En esta empresa colaboraron gentes como: Ana Pavlov, Claude Debussy, Stravinsky, Pablo Picasso... Paralelamente a la revolución del Ballet surgieron las primeras manifestaciones de las danzas modernas. Como reacción a los estilizados movimientos del ballet y al progresivo emancipamiento de la mujer surgió una nueva forma de bailar que potenciaba la libre expresión. Una de las pioneras de este movimiento fue Isadora Duncan. A medida que la danza fue ganando terreno, fue rompiendo todas las reglas. Desde los años 20 hasta nuestros días nuevas libertades en el movimiento del cuerpo fueron los detonantes del cambio de las actitudes hacia el cuerpo. La música con influencias latinas, africanas y caribeñas inspiraron la proliferación de las salas de baile y de las danzas como la rumba, la samba, el tango ó el chachachá. El renacer del Harlem propició la aparición de otras danzas como el lindy-hop ó el jitterbug. A partir de la década de los 50 tomaron el relevo otras danzas más individualistas como el rock and roll, el twist y el llamado free-style; luego apareció el disco dancing, el breakdancing, entre otros.
La Danza, con mayúsculas, sigue formando parte de nuestras vidas al igual que lo hizo en la de nuestros antepasados. Es algo vivo que evoluciona con los tiempos pero es consustancial con la naturaleza humana.
miércoles, 27 de noviembre de 2019
GUIÓN: LOS FANTASMAS DE SCROOGE
|
Narrador
|
Entonces el
sobrino del Sr. Scrooge se retiró de la oficina.
|
Scrooge
|
¿Qué te
parece? Un empleado que gana el salario mínimo, con esposa e hijos, hablando
de una Feliz Navidad. ¡Debe estar loco!
|
Bob Cratchit
|
Señor, he
terminado de hacer todas las cartas y de archivar las copias. También
traje mas leña y barrí las cenizas. Y, bueno, es hora de cerrar, Sr,
Scrooge.
|
Scrooge
|
Bien, si ya
terminaste tu trabajo, puedes irte ahora.
|
Bob Cratchit
|
¿Sr.
Scrooge? Mañana es Navidad, un dia para pasarlo con la familia.
|
Scrooge
|
¿Supongo que
quieres el día libre?
|
Bob Cratchit
|
Bueno, si, Sr.
Scrooge, al fin y al cabo es Navidad.
|
Scrooge
|
¿Navidad? Está
bien. Tómate libre el dia de mañana, pero llega temprano al día siguiente.
|
Bob Cratchit
|
Sí, señor.
Feliz Navidad, Sr. Scrooge.
|
Scrooge
|
Estupideces.
|
Narrador
|
Scrooge abrio
la puerta y Bob Cratchit se fue a su casa. Entonces Scrooge regresó a su
escritorio para terminar sus cuentas. Al cabo de unas horas, cerró sus
libros de contabilidad y cerró la oficina. Cuando llegó a su casa subió las
escaleras para ir a su dormitorio, se sentó en una silla al lado del fuego y
comenzó a cenar. De golpe escuchó el sonido de unas viejas campanas, y un
ruido fuerte y extraño que provenía del exterior.
|
Scrooge
|
¡Quién está
haciendo ese ruido! ¡Me habré quedado dormido!
|
Narrador
|
Pero el
extraño ruido continuó, hasta que vio que un espiritu atravesaba la puerta
del dormitorio.
|
Scrooge
|
¡Creo que
estoy soñando!
|
Espíritu de
Marley
|
¡No, esto no
es un sueño!
|
Scrooge
|
¡Te
conozco! Eres mi socio, Marley. ¿Qué quieres de mí?
|
Espíritu de
Marley
|
¡Quiero mucho
de ti! ¿Ves estas cadenas? Estoy encadenado a mis pecados.
|
Scrooge
|
¿De qué
pecados hablas? Fuiste muy trabajador y un buen negociador.
|
Espíritu de
Marley
|
¿Negociador? ¡Me
aproveché de la gente! Mientras estuve vivo, nunca aprendí el valor del
amor y de la caridad. Ahora tengo que vagar por la tierra, incapaz de
encontrar la paz. ¡Escúchame, Scrooge! ¡Estoy aquí esta noche para
advertirte! Aún tienes la oportunidad de cambiar, y si no lo haces,
tendrás la misma suerte que yo. Escúchame bien, Scrooge, te visitarán
tres espiritus. El primero llegará mañana cuando el reloj marque la una.
El segundo llegarà al día siguiente a la misma hora. Y el tercero en la
noche siguiente cuando el reloj dé la ultima campanada de las doce.
|
Narrador
|
Entonces el
espíritu salió de la habitación flotando a través de la ventana. Scrooge
cerró la ventana y se fue a la cama temblando, y se durmió. Al siguiente día
cuando el reloj marcó la una, Scrooge vio una extraña criatura al costado de
su cama.
|
Scrooge
|
¿Quién eres?
|
Espíritu de la
Navidad Pasada |
Soy el
Espíritu de la Navidad Pasada. Sal de la cama y acompáñame.
|
Narrador
|
El espíritu
llevó a Scrooge a través del tiempo hasta un pequeño pueblo que Scrooge
empezó a recordar. Recordó las casas, la iglesia, el rio, el puente, y la
gente.
|
Espíritu de la
Navidad Pasada |
Ellos no
pueden vernos ni oirnos. Sólo son sombras del pasado.
|
Scrooge
|
Mira, la
escuela no està vacia. Hay un niño pequeño, solo, olvidado por sus
amigos. Lo conozco, pobre niño.
|
Espíritu de la
Navidad Pasada |
Ahora vamos a
ver otra Navidad.
|
Narrador
|
Entonces
llegaron a una casa.
|
Scrooge
|
Esta casa me
resulta conocida. Oh, esta es mi casa, donde me crié.
|
Espíritu
de la
Navidad Pasada |
Si lo
es. ¿Y reconoces a ese niño pequeño sentado alli leyendo solo?
|
Scrooge
|
Soy yo, de
niño. Pero... ¿por qué estoy... por qué está solo?
|
Espíritu
de la
Navidad Pasada |
Tú debes saber
la respuesta.
|
Scrooge
|
Porque mis
padres estaban trabajando, por eso siempre estaba solo. Por eso mis
Navidades eran tan tristes y solitarias.
|
Espíritu
de la
Navidad Pasada |
Ven, toma mi
mano, no tenemos mucho tiempo.
|
Scrooge
|
¡No, ya he
visto suficiente, véte! !No me tortures!
|
Espíritu
de la
Navidad Pasada |
No me eches la
culpa. Te dije que eran sombras de las cosas que fueron.
|
Scrooge
|
¡Llévame de
regreso!
|
Espíritu
de la
Navidad Pasada |
Sólo nos queda
una última parada, nuestro tiempo se acaba.
|
Narrador
|
Y aparecieron
en un jardin. Scrooge era ahora un hombre joven, sentado en un jardin al lado
de una hermosa dama. La mujer estaba llorando.
|
Mujer
|
No puedo
casarme contigo, Ebenezer. Hay algo que tú amas mas que a mí.
|
Scrooge
|
Tonterias, no
amo a ninguna otra mujer.
|
Mujer
|
Es
cierto. Amas el dinero. Lo amas más que a nada en el mundo.
|
Scrooge
|
No hay nada de
malo en amar el dinero.
|
Mujer
|
Cuando nos
comprometimos éramos pobres y luego fuimos felices siendo pobres. Espero que
seas feliz con la vida que has escogido.
|
Narrador
|
Y la mujer se
alejó corriendo del jardin. El anciano Scrooge y el espiritu la
siguieron. Cuando se detuvieron, Scrooge pudo ver que ella ya era algunos
años mayor. Habia niños riendo y jugando con la mujer. Una niña
pequeña la abrazó y le dio un beso.
|
Niña
Pequeña
|
Ayúdame a
abrocharme el sombrero, mamá.
|
Scrooge
|
¿Son sus
hijos?
|
Espíritu
de la
Navidad Pasada |
Así es, pero
pudieron haber sido los tuyos.
|
Narrador
|
Entonces se
abrió la puerta y entró un hombre que llevaba muchos regalos.
|
Niños
|
¡Papá!
|
Narrador
|
Los niños
corrieron y lo abrazaron. El hombre sonrió y les dio los regalos.
Después abrazó y besó a su esposa.
|
Scrooge
|
¡Basta! ¡Llévame
a casa!
|
Narrador
|
Y Scrooge
apareció en su dormitorio.
|
Scrooge
|
Gracias a
Dios, todo fue un sueño.
|
Narrador
|
Entonces sonó
la campanada del reloj.
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
No,
Ebenezer. No fue un sueño.
|
Scrooge
|
Supongo que
eres el Espíritu de la Navidad Presente.
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
Así es. Soy el
Espíritu de la Navidad Presente. Tengo mucho que mostrarte. Tómate
de mi bata. ¡Apúrate! No podemos llegar tarde.
|
Narrador
|
Scrooge tocó
el ruedo de la bata del espíritu y el dormitorio desapareció. Scrooge se
encontró en una calle de mucho movimiento y llena de nieve. Había mucha
gente comprando los regalos de último momento, las tiendas permanecían
abiertas, la gente cocinaba sus mejores platos, y las campanas de la iglesia
sonaban. Todos asistían a la iglesia con sus mejores ropas. Todos
estaban felices.
|
Scrooge
|
Todos parecen
tan felices.
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
Lo
están. Es Navidad. ¿Qué esperabas?
|
Scrooge
|
¿Quieres decir
que estén felices sólo porque es 25 de Diciembre?
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
Si. Hoy
pueden dejar de lado sus problemas y sólo disfrutar estar con sus
familias. Se dedican sólo a disfrutar de la comida en sus mesas y de
todas las bendiciones que reciben.
|
Narrador
|
Entonces el
Espíritu llevó a Scrooge a la casa de Bob Cratchit. Y estando alli
parados frente a la puerta, el Espíritu bendijo la humilde casa. Después
Scrooge vio a Bob Cratchit jugando con sus hijos, tres niños y dos
niñas.
|
Scrooge
|
¿Es aqui dónde
vive?
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
Claro, con su
salario, esto es todo lo que él puede pagar.
|
Narrador
|
Entonces la
Sra. Cratchit entró al comedor llevando un pequeño pavo en una bandeja.
|
Scrooge
|
¡Parecen tan
pobres! Sus ropas son tan viejas.
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
Amor es lo que
puedes sentir aquí.
|
Narrador
|
Bob Cratchit
levantó al niño más pequeño de una silla que estaba en un rincón y lo llevó
hasta la mesa. El niño era pálido y delgado y llevaba una muleta.
|
Scrooge
|
¿Qué le
sucede? ¿Por qué no camina?
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
Està muy
enfermo. Su nombre es Tiny Tim, y sus padres no tienen dinero para pagar
un doctor, asi que tal vez muera.
|
Scrooge
|
¿Muera? Pero
debe haber algo que pueda hacerse. Por favor, dime que no morirá.
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
Veo una silla
vacia en aquella esquina. Si el futuro no cambia, con seguridad morirá.
|
Scrooge
|
¡No! ¡No!
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
De todos modos
¿qué te importa? Eso hará que disminuya la población mundial.
|
Narrador
|
En ese momento
Scrooge se dio cuenta de que esas eran sus propias palabras y sintió lastima
por si mismo. Entonces escuchó su nombre.
|
Bob
Cratchit
|
¡Sr. Scrooge!
Gracias al Sr. Scrooge tenemos esta cena,
|
Sra.
Cratchit
|
Ojalá pudiera
verlo para agradecerle personalmente.
|
Bob
Cratchit
|
Querida...
niños... ¡Es Navidad!
|
Sra.
Cratchit
|
Lo sé,
querido. Espero que él tenga una Feliz Navidad y un Próspero Año
Nuevo!
|
Bob
Cratchit
|
Vamos a
brindar por nuestra Navidad y por el Sr, Scrooge. Feliz Navidad, y que Dios
nos bendiga a todos.
|
Narrador
|
Mientras tanto
se hacía tarde. El Espíritu llevó a Scrooge hacia diferentes lugares para que
pudiera ver cómo la gente celebraba la Navidad. La gente, aunque pobre, como
decìa Scrooge, eran felices y disfrutaban estar en familia y con amigos. De
golpe, sin previo aviso, aparecieron de pie en una habitación.
|
Scrooge
|
Reconozco esa
voz. Es mi sobrino. Está en una fiesta.
|
Sobrino
de Scrooge
|
Ja, ja, ja,
ja, ja... dijo que la Navidad era sólo una mentira.
|
Esposa
del Sobrino
|
Deberia
sentirse avergonzado.
|
Sobrino
de Scrooge
|
Es muy
divertido, pero no es una persona agradable.
|
Esposa
del Sobrino
|
Me dijiste que
es muy rico.
|
Sobrino
de Scrooge
|
¿Y con eso
qué, querida? No le sirve de nada su riqueza. No hace nada con su
dinero.
|
Invitado
|
No vino a
cenar con nosotros esta noche porque está muy ocupado contando su
dinero. Ja, ja, ja, ja...
|
Sobrino
de Scrooge
|
Prefirió
enojarse con nosotros que venir a divertirse.
|
Scrooge
|
No les agrado.
|
Espíritu
de la
Navidad Presente |
No, a menos
que el futuro cambie.
|
Scrooge
|
¿Y cómo puedo
cambiar el futuro?
|
Narrador
|
La habitación
desapareció y continuaron su viaje. Visitaron muchos paises, viajaron
hacia tierras lejanas. Visitaron a los enfermos que se sentían felices, a la
gente pobre que se sentia rica, los refugios donde la gente sentia esperanza.
Fue una noche muy larga. Y todo sucedió en tan sólo una
noche. Entonces, el Espiritu de la Navidad Presente desapareció.
|
Scrooge
|
Oh, nuevamente
estoy en mi cama.
|
Narrador
|
Pero al
incorporarse, otro espíritu flotaba en su cuarto. Estaba vestido de
negro y una capucha oscura ocultaba su rostro.
|
Scrooge
|
¿Quién eres?
Primero me visitó el Espiritu de la Navidad Pasada, luego el Espiritu de la
Navidad Presente.Tú debes ser el Espiritu de la Navidad Futura. ¿Estás
aquí para mostrarme el futuro y cómo puedo cambiarlo?
|
Narrador
|
El Espíritu no
respondió, sólo se dirigió hacia la puerta. Scrooge lo siguió hacia la
calle frente a su oficina. Tres hombres estaban parados enfrente, hablando y
moviendo la cabeza.
|
Scrooge
|
Los conozco.
Hago negocios con ellos. Somos amigos. Les caigo bien aunque no
ocurra lo mismo con mi sobrino. Pero... ¿qué están diciendo de mí?
|
Hombre1
|
Pobre viejo
Scrooge.
|
Hombre2
|
Lo sé, me da
mucha pena.
|
Hombre1
|
Me dijeron que
está muy enfermo.
|
Hombre2
|
¿Quién lo
cuida?
|
Hombre1
|
Nadie. Ya
sabes que siempre quiso vivir solo.
|
Hombre2
|
Tampoco tiene
amigos.
|
Narrador
|
El
Espiritu empezó a avanzar y Scrooge lo siguió por la calle. Luego
llegaron a una pequeña casa.
|
Scrooge
|
Ya hemos
estado aqui antes. Esta es la casa de Cratchit.
|
Narrador
|
El Espiritu
condujo a Scrooge hacia el dormitorio. Alli se encontraba el Sr. Bob
Cratchit sentado al costado de la cama de su hijo. El niño estaba muy
enfermo.
|
Scrooge
|
¿Por que está
llorando? La ultima vez que estuve aquí estaban tan felices.
|
Narrador
|
El niño se
encontraba dormido, pero estaba más delgado y muy pálido. La Sra.
Cratchit entró a a la habitación.
|
Sra.
Cratchit
|
Querido, ¿qué
vamos a hacer? ¿Le pediste ayuda al Sr. Scrooge?
|
Bob
Cratchit
|
Sí, pero no
puede ayudarnos. Pero su sobrino nos ayudará.
|
Sra.
Cratchit
|
Espero que no
sea demasiado tarde. ¿Qué haremos sin nuestro hijo?
|
Scrooge
|
¿Por qué? Dime
qué le sucede al pequeño. ¿Acaso, va a morir? ¿Qué puedo hacer para
ayudarlo? Por favor, ¡dime!
|
Narrador
|
El Espiritu no
respondió. Después todo se tornó oscuro y Scrooge apareció en un lugar
frio y neblinoso.
|
Scrooge
|
¿Dónde
estamos? ¡Esto es un cementerio! ¿Por que me trajiste a este
lugar?
|
Narrador
|
El Espiritu le
mostró a Scrooge una tumba.
|
Scrooge
|
Antes de que
me acerque a esa tumba, dime algo... ¿es la imagen de lo que será? ¿o
solamente la imagen de lo que puede ser?
|
Narrador
|
El Espiritu no
respondió. Entonces Scrooge se acercó a observar la tumba. Y alli
grabado, estaba el nombre: Ebenezer Scrooge. Entonces Scrooge cayó de
rodillas.
|
Scrooge
|
¡No! ¡No! Espìritu,
escúchame! He cambiado! ¿Por qué me muestras todo esto si ya he
perdido toda esperanza? Por favor, dime que puedo cambiar todo lo que me
has mostrado. Honraré la Navidad en mi corazón. Vivirè en el pasado, en
el presente, y en el futuro. No olvidarè las lecciones que todos los
espìritus me han enseñado. Oh, por favor, dime que puedo borrar mi
nombre de esa tumba.
|
Narrador
|
Angustiado,
tomó la mano del Espiritu, pero èste la rechazó y Scrooge despertó en su
cama.
|
Scrooge
|
Oh,
gracias! Me han concedido otra oportunidad. No sé qué día es hoy, o
cuánto tiempo he estado con los Espìritus. Me siento como un niño, pero
no me importa. ¡Quiero ser de nuevo un niño!.
|
Narrador
|
Entonces
escuchò que sonaban las campanas de la iglesia. Luego vio a un niño en la
calle y gritó.
|
Scrooge
|
¡Oh,
qué maravilloso! ¡Oye tú! ¡A ti! ¿Qué día es hoy?
|
Niño1
|
Es Navidad,
señor. La mañana de Navidad.
|
Scrooge
|
¡Oh,
qué maravilloso! ¡Oye tú! ¡A ti! ¿Qué día es hoy?
|
Niño1
|
Es Navidad,
señor. La mañana de Navidad.
|
Scrooge
|
¡Muy bien! No
la he perdido.
|
Narrador
|
Entonces sacó
una bolsa de dinero, y llenó de monedas la mano del niño.
|
Scrooge
|
Hay un pavo
grande y jugoso en la carniceria que está al final de la calle. Cómpralo y
llévalo a la casa de Bob Cratchit.
|
Niño1
|
Pero, señor,
esto es mucho dinero.
|
Scrooge
|
Quédate con el
vuelto. Apúrate. Los Cratchit tienen hambre.
|
Niño1
|
¡Si, señor!
|
Scrooge
|
¡Oh! ¡Niño!
|
Niño1
|
¿Dígame,
señor?
|
Scrooge
|
¡Qué tengas
una feliz Navidad!
|
Niño1
|
Gracias,
señor. Que usted también tenga una feliz Navidad.
|
Narrador
|
Scrooge ahora
vestido con su mejor ropa, se dirigió hacia la casa de su sobrino. Se sentia
realmente feliz y emocionado. Saludaba a todos en la calle y los
trataba con amabilidad.
|
Scrooge
|
Niño, toma
este dinero y ve a comprarte dulces de Navidad.
|
Niño2
|
Gracias,
señor.
|
Scrooge
|
Feliz Navidad.
|
Narrador
|
Cuando Scrooge
llegó a la casa de su sobrino, èste se sorprendió al verlo.
|
Sobrino
de Scrooge
|
¡Tío estoy
feliz de verte! Me alegra que hayas cambiado de opinión acerca de la cena de
Navidad. Ven a celebrar con nosotros.
|
Scrooge
|
Sí, gracias
por aceptarme.
|
Narrador
|
La esposa de
su sobrino colocó un plato extra en la mesa.
|
Esposa
del Sobrino
|
Estamos
felices de tenerlo aqui. Ha llegado justo a tiempo para el pavo.
|
Narrador
|
Después de la
cena, Scrooge dijo algunas palabras.
|
Scrooge
|
Gracias. Nunca
había comido una cena tan deliciosa. Pero ahora tengo que irme, tengo
otras cosas que hacer, y gente que visitar.
|
Narrador
|
Y Scrooge
enfiló hacia la casa de Bob Cratchit. La Sra. Cratchit abrió la puerta, no
podía creer lo que veia: el Sr. Scrooge parado frente a ella.
|
Sra.
Cratchit
|
¡Oh, Sr.
Scrooge! ¡Qué sorpresa! Quiero agradecerle por el maravilloso pavo que
nos envió.
|
Scrooge
|
Fue un placer
para mí.
|
Bob
Cratchit
|
Mr. Scrooge,
entre por favor.
|
Scrooge
|
Cratchit, has
trabajado largas horas por muchos años sin quejarte. Te subiré el sueldo
y también te ayudaré a sostener a tu familia.
|
Bob
Cratchit
|
Oh gracias,
Sr. Scrooge. Usted es tan generoso.
|
Scrooge
|
¡Feliz
Navidad!
|
Narrador
|
Scrooge hizo
más de lo que dijo que haría. Cuidó a Tiny Tim como si fuera su segundo
padre. Algunos se reían al ver cómo había cambiado, pero no le importaba.
Scrooge nunca volvió a ver a los Espíritus, pero tenía muchos amigos y estaba
muy cerca de su familia. Y cada vez que comia con sus amigos y con su
familia, decía...
|
Scrooge
|
Que Dios nos
bendiga. Que Dios bendiga a cada uno de nosotros.
|
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