LA ESCENCIA DEL SON MESTIZO EN MÉXICO
En la policromía del folclor
mexicano tenemos las diferentes muestras de una de las representaciones más
importantes, nos referimos a las costumbres y tradiciones, que dan cuenta del
origen y transformación de la identidad y la idiosincrasia de los pueblos de
México; grandes por su variedad de muestras artísticas, desde un platillo o gastronomía,
llamativos vestuarios y ropas adornadas con bordados multicolor ya sea en un
punto de cruz, punto plano o de canevá y telas de todo tipo, las formas del
aspecto de ser de la vida diaria, pero sobre todo, los días de fiesta cuando
los pobladores desbordan en la abundancia esmerada para presentar y honrar los
festejos, los que están dedicados al santo patrono, a la cosecha, a la
ferviente fe en los elementos de la naturaleza. El vehículo para estos festejos
entre tantos elementos, y que sirven para expresión de emociones y
sentimientos, lo es el baile o son mestizos, integrado por una serie de movimientos
corporales marcados por frases musicales que se acompañan por vistosos y elaborados
zapateados, que demuestran la gran habilidad de los niños, hombres y mujeres;
complementado por los ajuares, la utilería del vestuario.
La música interpretada por el
conjunto ya sea norteño, huasteco, jarocho, banda sinfónica, de arpa grande,
guerrerense, de chile frito y el fabuloso mariachi, es el acompañamiento, el
alma para la ejecución del baile o son mestizos. Esta música acompaña a la
historia y cultura de cada pueblo en México. Los sones en su mayoría tienen su
origen anónimo y producto de una autentica expresión popular-social.
En este festival de la cultura
sucede uno de los fenómenos más importantes, la relación entre la interacción
social; somos influidos por la cultura y el hacer que nos rodea. Desde la relación
persona a persona (en el momento del trabajo, zapateados y movimientos de los
tres niveles con la pareja), en la relación con el grupo de bailarines, desde
la relación con el instructor, con los familiares que se involucran con los
materiales, y su elaboración y sus ideas. Cuando se comparte la idea de la
experiencia estética dentro de la practica constante del baile o son mestizo, y
sobre todo cuando en el espacio escénico se libera una serie de emociones y
sentimientos producto del trabajo corporal con los zapateados y desarrollo coreográfico,
al portar los accesorios y vestuarios también se vive y se siente un sentido de
pertenencia con el grupo, la comunidad, con la región con el estado y con el país.
Este proceso forja nuestra personalidad individual. El arte de la danza tiene
esta bondad, favorece el desarrollo de la personalidad y la adquisición de las
habilidades y destrezas, como la coordinación motriz, cuando realizamos los
zapateados y los movimientos de las manos, se activan los hemisferios de
nuestro cerebro, y se logra el dominio del espacio tiempo cuando nos
desplazamos en el espacio escénico al desplegar la coreografía.
En la actualidad las costumbres y
tradiciones de México están en cierta forma desvaloradas, aun por los
mismo mexicanos; en cambio hay
extranjeros que aprecian fuertemente las
representaciones y manifestaciones del folclor de cualquier parte de nuestro
país, en cualquiera de sus expresiones (en el cine, teatro, foros de distinta índole
y donde se producen los bailes, los sones y danzas). El llamado movimiento de
globalización no debe hacer que los pueblos tengan que dejar su cultura, para
poder pertenecer al llamado grupo mundial-cultural. Debe ser todo lo contrario,
la cultura, el hacer de cada pueblo es lo que la IDENTIDAD, por ella existen.